¡Pidan disculpas y no retrocedan!. Sobre la rebaja del IGV

El Gobierno se está demorando en promulgar la rebaja del 1% del IGV. ¿Se lo estará pensando seriamente?¿Ya tomó la decisión y no sabe cómo anunciarla?

Cayeron en cuenta que sería una locura hacerlo porque han recibido el país en peores condiciones de lo que imaginaban y están buscando la forma más honrosa para pedir disculpas y retroceder, sin ser el escarnio de todos aquellos que lo advirtieron hasta el agotamiento durante la campaña. Dicen que errar es humano y perdonar, divino: la divinidad es difícil de alcanzar, incluso para el pueblo peruano, pero siempre hay excepciones a la regla.

Por favor, reaccionen. Dejen los orgullos de lado; la campaña permite exageraciones y promesas “revisables”. Es la parte más fácil: la carrera empezó el 28 de julio pasado y muchos parecen haberse quedado casi en la partida. ¡Pónganle énfasis a las ventajas del IGV Justo!

Desafortunadamente, no hay estudios en el Perú que sugieran que bajando tasas se recauda más a través de la ampliación de la base imponible y se promueve mayor formalización. Tendría que ser una reducción demasiado atractiva, quizás al 7% como Panamá. ¿Es factible pensar que un informal que paga 0%, y que no tiene los costos asociados a llevar contabilidad y cumplir con la SUNAT, se formalice por una rebaja pequeñísima?

Muchas veces la única utilidad de los informales es no estar sujetos al pago de impuestos, así como la rentabilidad de muchos trabajadores es no estar en planilla: no quieren descuentos, prefieren toda su platita en mano a fin de mes. Es complicadísimo lograr la formalidad en el Perú; la realidad es abrumadora. ¿Por dónde empezamos?

Tampoco impacta por el lado de precios. Es muy pequeña la diferencia. Aparte, la mayoría de productos de la “canasta básica” están inafectos por lo que podría darse una falsa percepción en las ilusionadas amas de casa, que no verá la rebaja.

¿Recuerdan cuando se desplomó el precio del petróleo? ¿Acaso llegó la rebaja a los consumidores finales? El precio de la gasolina, por lo menos en Lima, fluctúa de acuerdo a los costos fijos del grifo donde se expende, especialmente en lo relativo al alquiler del terreno. En Miraflores siempre será más cara que en San Juan de Lurigancho, evidentemente.

Ya se aprobó el Presupuesto Público del 2017. Cuidemos cada centavo de la recaudación; no se trata de apelar siempre al “socorrido” endeudamiento fiscal. Así cualquiera genera bonanza pero costosa y temporal.

Fuente: politico.pe