¿Cuál es la regla de oro para pedir un aumento de sueldo?

Productividad, cumplimiento del trabajo por objetivos y buenas formas se convierten en determinantes para la negociación.

Más de uno, viendo a los maestros en el país reclamar por un nuevo incremento salarial a pesar de haber recibido ya un 15% adicional este año —y casi 45% en los últimos años— se ha planteado la posibilidad de aprovechar para pedir un aumento de sueldo. El deseo surge ante un hecho evidente: en los últimos cinco años, el sueldo mínimo y las planillas estatales han visto recurrentes aumentos. Sin embargo los expertos aseguran que gestionarlo no es tan sencillo como algunos creen.

Germán Serkovic, abogado laboralista, advirtió que la Constitución establece que el Gobierno fije la Remuneración Mínima, es decir el salario más bajo, pero no establece aumentos de alcance general aplicables para todos los trabajadores, menos del sector privado.

Lo que suele suceder, comenta, es que al elevarse el sueldo mínimose ensancha la base inferior de la pirámide y se acortan las distancia entre los empleados de las escalas más bajas de las empresas. Pero no existen obligación legal de aumentar de inmediato todos los salarios solo porque subió el sueldo mínimo. Las mejoras en las remuneraciones pasarán más por un tema de cultura corporativa, motivación de personal, gestión del clima laboral y un largo etc.

Es factible, asegura, que surjan problemas de descontento en estos escenarios, sobre todo si hay trabajadores de mayor antigüedad o mejor calificación que no ven incrementos con en el paso del tiempo. En muchos casos estas negociaciones siguen su camino natural en forma colectiva vía los sindicatos y pueden convertirse en situaciones delicadas y muy difíciles de resolver.

«QUIERO MÁS»
​Si en su empresa no hay un sindicato activo, o no está interesado en hacer una negociación grupal para pedir un incremento general a toda el área, siempre existe la posibilidad de acercarse a su jefe a pedir un aumento. Si ese es su caso, lo recomendable es actuar con tino, sin prepotencia, cuidando las formas.

Nelson Portugal, consultor en desarrollo personal y fundador del Centro de Crecimiento Integral, advierte que la regla de oro al momento de pedir un aumento de sueldo es cuidar las formalidades y basarse en los resultados de su gestión como sustento para su solicitud.

Las empresas deciden otorgar estos incrementos, refiere, en base al valor que el colaborador genera para la organización y en cuánto se alinea a la visión de la empresa y sus retos de mejora de productividad. «Si no lo hace, el aumento no sería pertinente», aclara.

Al momento de presentarse ante su jefe, Portugal recomienda responderse las preguntas que harán quienes deban decidir la situación: ¿Estoy siendo eficiente? ¿Puedo elevar el nivel de productividad? ¿Cómo puedo crear más valor? Si no se ha cumplido con los objetivos, es poco probable que accedan al pedido en una primera instancia.

ACTITUD PROACTIVA
La mayoría de las personas, agrega, suelen no pedir mejoras salariales a pesar de desearlas o necesitarlas por temor a una respuesta negativa. A veces incluso dejan pasar años sin manifestar sus deseos, lo cual no es muy saludable. Lo recomendable es expresar de forma explícita el pedido al superior y preguntarle qué se puede hacer para lograrlo.

Es importante, añade el experto, conocer los indicadores de desempeño de las evaluaciones anuales y pedir una retroalimentación del resultado actual de forma que pueda crear su propio plan de desarrollo personal para poder ocupar un puesto de mayor responsabilidad y conseguir mejores condiciones laborales.

Además, dice, se debe hacer un reconocimiento de la línea de carrera existente en su empresa, tanto verticalmente como de forma lateral, para poder identificar cuál es el camino de crecimiento que puede seguir.

Estos consejos también se aplican para las posiciones de gerencia. Según Portugal la diferencia está en el nivel de acceso a la información de la empresa y la capacidad en la toma decisiones que poseen. Eso les exige, con mayor razón aún, en enfocarse en alcanzar los resultados de la organización antes de pedir un aumento. O, en su defecto, identificar otras organizaciones donde su talento sea valorado y pueda generar un mayor retorno.

Fuente: el comercio.pe

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