Amortizar significa ir registrando un gasto de manera periódica, acorde al tiempo en el que poseemos o usamos un bien. Por ejemplo, cuando adquirimos un bien lo registramos en nuestra contabilidad, sin embargo, este se irá convirtiendo en gasto a medida de que pase el tiempo.
En el ámbito financiero la amortización se refiere a reintegrar un capital, generalmente un activo, por ejemplo un préstamo, a través de la distribución de pagos acordados o de un sólo pago.
Cuando tenemos un préstamo, por ejemplo un crédito o una hipoteca, cada pago que realizamos se compone del capital prestado, así como de los intereses que acompañan la financiación. Entonces, la amortización financiera corresponde a la parte del capital devuelto en una determinada fecha.
Objetivos de la amortización
- Reflejar de manera contable la pérdida de valor de los bienes o elementos que se amortizan.
- Permitir en todo momento conocer el valor de dichos bienes o elementos.
- Repartir, durante los años de vida útil del bien, el costo producido por la depreciación de los mismos.
¿Qué es lo que debes tener en cuenta para calcular la amortización de un bien?
1. Precio de adquisición
Debes dar de alta tu bien inmovilizado por su precio de adquisición. No alteres su valor incluyendo el IVA.
2. Vida útil del bien
Se refiere al tiempo en el que tu bien va a estar trabajando todos los días en pleno rendimiento.
3. Valor contable
Es el valor que en un determinado momento tiene tu bien inmovilizado. Por ejemplo, si quieres vender tu algo debes saber en cuánto dinero hacerlo para no tener pérdidas. Una fórmula muy fácil de aplicar es:
Precio de adquisición – Amortización acumulada = Valor contable del bien.
Fuente: yosoypyme.net
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