El tratamiento de las transacciones, en su aspecto de reconocimiento, implica su acumulación para presentación de saldos de los elementos de los estados financieros, y la revelación de otra información en notas a los estados financieros. Esa acumulación de saldos y otra información se facilita con la identificación de las transacciones por códigos para su posterior registro y procesamiento. En tanto, en el Perú se utiliza un plan contable por mandato imperativo de la ley desde hace más de dos décadas, el proyecto de desarrollo de un nuevo PCGE no contempló ningún proceso de auscultación sobre la conveniencia de su utilización.
Por otro lado, el reconocimiento de las transacciones implica conocer la oportunidad en que dicho reconocimiento debe darse. Además, el propio reconocimiento de las transacciones supone determinar el valor monetario de las mismas. Estos aspectos de reconocimiento y medición, así como los de presentación y revelación de información financiera, antes referidos, todos en su conjunto denominados tratamiento contable, obedecen al modelo contable adoptado, en el Perú fundamentalmente cubierto por las Normas Internacionales de Información Financiera oficializadas, y otras disposiciones emitidas por la Dirección Nacional de Contabilidad Pública (antes Contaduría Pública de la Nación). En consecuencia, el plan de cuentas como herramienta del proceso contable se subordina, en lo que hace al tratamiento contable de las transacciones, a las NIIF y esas otras disposiciones.
Además, en tanto el plan contable es concebido como herramienta de un modelo contable, tampoco debe contener referencias a aspectos de control contable, por lo que a diferencia del plan contable general revisado, se han eliminado todas las referencias a dicho aspecto de control, con excepción de las cuentas del Elemento o Cuentas de orden.
- Consideraciones respecto del plan contable anterior.
El Plan Contable General Revisado (PCGR) en vigencia desde el año 1985 contenía tres partes: Definiciones Generales; Cuentas del Plan Contable; e Información Financiera.
La parte sobre Definiciones Generales contenía tres títulos, divididos en Generalidades; Principios Contables y Terminología; así como, el Cuadro Contable y la Lista de Cuentas. A su vez, la parte de Cuentas del Plan Contable estaba dividida en cinco capítulos, donde se trataba, las Cuentas de Balance, las Cuentas de Gestión, los Saldos Intermediarios de Gestión, la Contabilidad Analítica; y las Cuentas de Orden; estas dos últimas sin desarrollarlas; es decir, sin incorporar códigos específicos de cuentas. La tercera parte incluía los modelos de estados financieros a presentar por las empresas.
Para la elaboración del nuevo Plan Contable, denominado Plan Contable General para Empresas (PCGE), se ha mantenido del PCGR, hasta donde ha sido aplicable y posible, lo siguiente: la codificación utilizada; es decir, se ha conservado algunos códigos contables, incluyendo los códigos a nivel de subcuenta (tercer dígito) y divisionaria (cuarto dígito). Tal es el caso de Caja y bancos (Cuenta 10), Cuentas por cobrar comerciales (Cuenta 12), Capital social (Cuenta 50), entre otros. Por otro lado, se han incorporado nuevos códigos, como por ejemplo, las Cuentas por Cobrar comerciales – Relacionadas (Cuenta 13), Servicios y otros contratados por anticipado (Cuenta 17) y Activos biológicos (Cuenta 35). También se ha eliminado la Cuenta de Cargas diferidas (Antes cuenta 38), por no ser aplicable en la actualidad.
Además, se ha modificado la denominación de algunas cuentas así como el lenguaje utilizado, tomando como base lo establecido por las NIIF, como es el caso de Instrumentos financieros; Derivados; Productos agropecuarios; Resultados no realizados, entre otros. Mención especial merece el cambio de denominación de las cuentas de valuación del activo, a las que se nombraba como “provisión”. Este nombre sólo es utilizado para las cuentas que por su naturaleza representan provisión según lo prescrito por la NIC 37 – Provisiones, Pasivos Contingentes y Activos Contingentes. En este PCGE las cuentas de valuación se denominan con las palabras Desvalorización, como por ejemplo, Mercaderías desvalorizadas, o, con la palabra Estimación, como en el caso de la Estimación de cuentas de cobranza dudosa.
- Plan contable para empresas de distinto tamaño.
La consideración de empresas de tamaño pequeño y mediano (PYMEs), frente a las corporaciones de mayor tamaño, en lo referido al desarrollo de sus soportes administrativos, fue tomada en cuenta al desarrollar el plan contable general para empresas. El plan de cuentas propuesto, que como se explicó anteriormente, toma en cuenta el plan contable general revisado en todo lo que sea aplicable, representa una adecuación vía códigos al modelo contable de las NIIF, y no introduce diferencias respecto de su dinámica.
Con el mismo propósito fue evaluada la propuesta de NIIF para Pequeñas y Medianas Entidades, cuya estructura y contenido, está fuertemente influenciada por las NIIF (recomendadas para empresas que cotizan valores públicamente y otras empresas de responsabilidad pública). No se encontró ninguna barrera a la utilización de un plan de cuentas único para todas las empresas en su conjunto, con independencia de su tamaño.
En la evaluación del soporte administrativo se consideró la oferta de programas de procesamiento de contabilidad accesibles a entidades de poca envergadura, y de costo reducido, todos los cuales son amigables respecto de cualquier formulación de plan contable que se proponga. En el caso de las corporaciones con mayor soporte administrativo, se concluyó en que el desarrollo informático es más personalizado, logrado mediante desarrollo directo o mediante la adquisición de sistemas, flexibles en mayor o menor grado, y adecuados a sus necesidades, infiriendo finalmente en que tales sistemas de procesamiento no representan un obstáculo para la implementación de un nuevo plan contable general en la forma propuesta.
- Balance entre flexibilidad y detalle.
En los grupos de discusión reducidos y otras formas de auscultación preliminar, el grado de prescripción requerido, conjuntamente con las referencias a aspectos de tratamiento contable, fueron los aspectos de mayor controversia. La relación de tipo inverso identificada, fue de que a menor prescripción de detalle, las empresas podrán decidir mejor todo el nivel de cuenta analítica adicional requerida para evaluar su gestión. Frente a ello, un mayor detalle en la prescripción de cuentas, derivadas de las NIIF, permitirá un acomodo más imperceptible a esas NIIF.
Para decidir el grado de detalle de la codificación propuesta en el PCGE, se tomó en cuenta el número de dígitos utilizado en el PGCR, encontrando que la clasificación obligatoria consideró tres dígitos, excepto en el caso de la Cuenta 40 de Tributos, donde la clasificación obligatoria llegó a los cuatro dígitos. En tanto, el grado de desarrollo contable expresado en un modelo como el de las NIIF, es bastante más completo que el existente dos décadas atrás, lo que se evidencia por la mayor especificidad al clasificar las partidas, y considerando un requerimiento mayor en el número de revelaciones exigidas por aquellas, se consideró conveniente el prescribir la codificación hasta el quinto dígito para algunas cuentas.
De manera consistente, también se concluyó que, basados en el desarrollo informático y tecnológico que permite el manejo de volúmenes considerables de información con mayor detalle, la flexibilidad del plan contable para adecuarse a las particulares circunstancias de cada empresa, puede efectuarse a partir del dígito siguiente a los prescritos en este plan.
- Discusión entre la contabilidad y, las normas legales y tributarias.
De acuerdo con el Marco Conceptual para la Preparación de la Información Financiera de las NIIF, las transacciones y demás sucesos deben ser reflejados en estados financieros de acuerdo con su esencia y realidad económica, y no meramente según su forma legal. Esta característica cualitativa, que sirve de sustento al contenido confiable de la información financiera, ha sido observada en el desarrollo del PCGE. No obstante ello, se ha dado consideración debida a la forma legal de manera subordinada a las prescripciones del modelo contable de las NIIF.
Como ejemplos podemos citar el caso de las cuentas por cobrar comerciales, donde se reconoce y se registra como Facturas, boletas y otros comprobantes por cobrar no emitidas (Divisionaria 1211) el derecho a recibir un flujo de beneficio económico por una venta originada en el traslado de los riesgos y beneficios del bien o en la prestación del servicio al cliente, a pesar de no haberse emitido el comprobante correspondiente. Asimismo, contablemente se registra la revaluación de los Inmuebles, maquinaria y equipo, o de los Intangibles, aun cuando dicha revaluación no tenga efectos tributarios.
- Libros y Registros Contables
Para la actividad empresarial no existen prescripciones contables respecto de los libros que se debe mantener, excepto por algunas referencias en el Código de Comercio, aunque se desprende su necesidad, en tanto la información requiere ser acumulada para su posterior presentación, y en tanto facilita los propios procesos de preparación de información financiera y de control. Visto de manera inversa, los registros contables a partir de los cuales se prepara información financiera deben ser preparados de acuerdo con el modelo contable que requiera ser aplicado, que en el caso del Perú es el conformado por las NIIF.
Por su parte, la legislación tributaria establece la obligación de llevar libros y registros con carácter tributario. Diversos libros y registros, por esa legislación establecidos, no constituyen fuentes a partir de las cuales se preparan y presentan los estados financieros de propósito general, como es el caso, por ejemplo, de los registros de compras y ventas. Las cifras de compras y ventas, como es conocido, utilizadas en la preparación de los estados financieros fluyen de un libro mayor con cierto detalle, comúnmente llamado libro mayor analizado. El PCGE ha sido desarrollado para esos libros que sí constituyen fuente necesaria para la preparación de los estados financieros, aunque claramente no incorporan ninguna limitación para la utilización de otros libros y registros con propósito tributario.
- Estructura de cuentas.
A diferencia de lo establecido en el PCGR, en el desarrollo del PCGE se ha conceptualizado la clasificación de transacciones en función de la ubicación del dígito del código. Esto permitirá una incorporación ordenada de otros códigos contables conforme aparezcan nuevas exigencias en las NIIF, o se creen nuevas formas de efectuar transacciones económicas.
De acuerdo con lo establecido por el Marco Conceptual de las NIIF, los estados financieros reflejan los efectos financieros de las transacciones, agrupándolos en categorías, de acuerdo a sus características económicas, categorías que se denominan “Elementos de los Estados Financieros”1.
En concordancia con lo establecido en dicho Marco, se ha desarrollado el PCGE asignando el primer dígito para definir el elemento, sin incorporar cambios respecto del PCGR. Así, para el activo se han utilizado los códigos 1, 2 y 3, según la naturaleza y liquidez de los mismos. El número uno para el activo disponible y exigible; el número dos para los activos realizables, y el número tres para los activos inmovilizados. En lo que respecta al pasivo se ha mantenido el número cuatro y el número cinco para el patrimonio neto. Además, los gastos por naturaleza se mantienen con el número seis; el siete para acumular los ingresos; el ocho para los saldos intermediarios de gestión; el nueve para los costos de Producción y Gastos por función; y el cero para las cuentas de orden.
De esa manera es posible extraer información necesaria para la presentación en los estados financieros.
El segundo dígito del código corresponde a la cuenta o rubro. Este es el nivel mínimo de presentación en concordancia con lo establecido por la NIC 111, en tanto clasifica los saldos de acuerdo con su naturaleza. Por ejemplo la cuenta Inmuebles, maquinaria y equipo (cuenta 33).
El tercer dígito llamado subcuenta corresponde al primer nivel de desagregación de la cuenta, permitiendo llegar a las clases contenidas en elementos de la misma naturaleza. Siguiendo con el ejemplo, la subcuenta 332 Edificaciones, identifica a una clase de los Inmuebles, maquinaria y equipo. Este nivel de desagregación puede ser presentado en el cuerpo de los estados financieros o en notas a los mismos, de acuerdo con la NIC 1 ya citada.
El cuarto dígito, denominado divisionaria, corresponde a la primera sub clasificación para una misma clase de activos. Así, la divisionaria 3323 identifica las edificaciones para producción (fábricas y plantas industriales). El quinto dígito corresponde a una subdivisionaria, la que acumula saldos de acuerdo con alternativas de valuación, como en el caso de la 33232, que incorpora los efectos de revaluaciones de las edificaciones para producción.
No se ha contemplado más dígitos para este PCGE, dejando la posibilidad a las empresas para que utilicen los apropiados de acuerdo con sus necesidades; por ejemplo, para clasificar los elementos de los estados financieros por segmentos operativos (véase la NIIF 8); saldos de acuerdo con la moneda de contratación (en lo que hace, por ejemplo, a la exposición de riesgos de cambio a que se refiere la NIIF 7), entre otros, hasta llegar al nivel de detalle requerido en los análisis de cuentas, como estados de cuenta de clientes y proveedores.
PROGRAMA DE ESPECIALIZACIÓN EN ASISTENTE CONTABLE.
Fecha: Sábado 06, 13, 27 abril , 04, 11 ,18, 25 mayo y 01 junio
Frecuencia : 1 sábado por semana
Horario: 2:00 – 6:00 pm
Duración : 8 sesiones, 2 meses
⏹ INVERSIÓN :
Modalidad Presencial: S/600.00
Modalidad Transmisión en vivo :S /450.00
NOTA: Los precios No incluye IGV
*** A los suscriptores de la revista 20 % dscto ( plan anual )***
www.perucontable.com/revista
Enlace por whatsapp: https://goo.gl/hepdYY
Pre inscripción: https://goo.gl/1o2dBK